EL PARQUE DE LA PALMERA

Arrastrando su pena, con manos, dedos y uñas encorvadas, intentan agarrar en el último instante, el solar que nos queda. El gobierno de nuestro elegido Ayuntamiento, el que vendió y cambió de uso el vasto patrimonio de nuestro último Plan General, siente que se les escapan si pierden la batalla, los sabrosos dieciocho mil metros del Parque de la Palmera. Apetecible manjar, amplia planicie, donde ellos mismos gastaron fondo municipal, hicieron una pista de cemento, levantaron junto a las frondosas sombras de árboles, por ellos mandados a plantar, una espaciosa cantina, delimitaron su amplio espacio, con una verja artesanal y cuando todo estaba terminado, cuando el pueblo disfrutaba de un espacio que sus dueños no querían dar, cuando habían dilapidado todo el logro del Plan General, entonces se acuerdan de los niños de Catral,¡ que a los niños de nuestro pueblo no se tiene donde educar.
Pero el grito mudo, el grito que no pueden lanzar, se queda agarrado a sus gargantas, no quieren que en las cercanas elecciones el pueblo se lo haga pagar.
El pueblo en silencio, sabiendo siempre muy bien lo que tiene que votar, le susurra al oído a su urna, a la que le indican que tiene que ir a hablar.
Rompe el trueno el silencio de la duda, con frente sudorosa y manos que tiemblan, ven los Socialistas de Catral, como se marcha su trono, como dejan de mandar.
Se produce un relevo, otros van a gobernar, y a la vez que alcanzan el mando, van viendo en su Ayuntamiento una ruina total. Cuando no mandan, y solo son la oposición, entonces se dan cuenta de lo que antes no vieron, que los niños que nacieron mientras a ellos se les encomendó mandar, no tienen escuelas donde se les pueda enseñar.
Enseguida, increpan al gobierno, ¡que están nuestros hijos en barracones!, pero no dicen, en los que nosotros mandamos levantar.
Como si fuera un pecado, que no pueden soportar, la que fue concejal de educación, al final tiene que gritar, y habla al pueblo lo que guardo con tenaz silencio. Sí que hay un gran solar para hacer la nueva escuela, ¡es que no veis lo grande que es el parque de la Palmera!
El equipo que gobierna que tan gran hazaña espera, le tiene que contestar, nosotros de romper parques y jardines, ni hablar.

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